Si hablarle bonito a las plantas les ayuda crecer…
Sin pensarlo ni planearlo mucho,
solemos ser amables con la gente que no conocemos, por cortesía.
Solemos ser amables por la gente que vemos como autoridad, por respeto.
Solemos ser amable con la gente que está en una posición más vulnerable que la nuestra, por lástima.
Solemos ser amable con todo el mundo. Por educación. Por costumbre. Por miedo. Por que si.
Pero muchas veces cuando llegamos a casa y el cansancio nos sobrepasa. Cuando la frustración se acumula. Cuando toda la carga de todas las mochilas que llevamos, te aplasta, te sofoca, y no puedes escapar, desaparece el esfuerzo por la amabilidad.
Cuando nos toca estar para otr@s.
Cuando nos toca criar.
Cuando nos toca educar.
Cuando nos toca sostener.
Cuando nos toca corregir.
Muchas veces no somos amables. Perdemos la paciencia y no lo ponemos como prioridad.
Y era ahí cuando en realidad más importaba.
En esas personas que nos aman de forma incondicional, que nos admiran, y están ahí, a pie de cañón. Con unos ojitos que absorben y aprenden mirándonos siempre como ejemplo.
En esas personitas que nos necesitan.
Esas personitas que están creciendo a tu lado. Esas personitas que están desarrollando su personalidad. Que necesitan saberse amadas y respetadas. Que necesitan el trato más amable y amoroso posible.
Que necesitan saber que su mamá, que su papá, que quienes conviven a su lado, son un lugar seguro y confiable.
Esas personas que merecen que les tratemos con el mayor amor y amabilidad del mundo.
CÓMO TE COMUNICAS CON TUS HIJ@S ES MUY IMPORTANTE.
NO PIERDAS NUNCA LA OPORTUNIDAD DE HABLARLE BONITO A TUS HIJ@S.
¿Lo pensaste alguna vez?
Quiero saber tu opinión. Cuento contigo 💜
